Qué triste espectáculo el de estos cortesanos del estado feudal, incapaces, impotentes, incompetentes ante cualquier verdadera competencia que los ponga a prueba. Estos saqueadores de riqueza que se autodenominan empresarios no son más que lobbystas en busca de privilegios a través de la fuerza bruta del estado y, a pesar de sus fortunas --que saben mal habidas-- en lugar de orgullo, dan verdadera vergüenza.
¿Qué creían que iba a pasar, que a ellos no les iba a tocar?
ReplyDelete